El cambio climático es un problema actual que no podemos ignorar y dar la espalda, y en los últimos años ha dado pasos agigantados provocando serios problemas. Los gases de efecto invernadero provocados, principalmente, por la quema de combustibles fósiles, el transporte, la electricidad, o el tratamiento de aguas residuales, así como el aumento de la población, la destrucción de ecosistemas o la deforestación, son algunos dese los principales problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad.Por ello, ingenieros y expertos en la materia intentan hallar diferentes métodos y estructuras que nos permitan ser más eficientes a través de las diferentes fuentes de energías renovables, entre ellas, la aplicación de la energía agrovoltaica.
Energía agrovoltaica
La energía agrovoltaica, también conocida como agrofotovoltaica, es una agrupación de, tal y como la palabra indica, energía solar y agricultura: la forma de producir energía procedente de fuentes renovables aprovechando una superficie de terreno para obtener energía solar y productos agrícolas. ¿Las dos cosas al mismo tiempo? Sí, así es, los paneles solares conviven con los cultivos en una misma superficie.Se podría pensar que esta técnica agrovoltaica para proyectos es nueva, sin embargo, fue presentada hace más de 40 años, concretamente en 1981 por Adolf Goetzberger y Armin Zastrow, pero no empezó a popularizarse hasta la década pasada.
Ventajas de la energía agrofotovoltaica
En un primer momento, podríamos pensar que esta energía renovable contiene más inconvenientes que ventajas, no obstante, no es así.
Por un lado, contamos con que las placas solares agrovoltaicas producen sombras que mejoran el rendimiento del cultivo, ya que se necesita luz, pero un exceso puede llegar a ser contraproducente en muchos sentidos. Del mismo modo, en la época de verano cuando las altas temperaturas predominan en España, la sombra conlleva a una mayor humedad del terreno.
Hay personas que piensan que la agrovoltaica es un contaminante para la tierra, sin embargo, no debemos olvidar que la energía solar es totalmente limpia y renovable, por lo que no afectará ni contaminará de ningún modo los terrenos ni los alimentos allí plantados.
Se trata de una energía que podemos utilizar para el regadío o la iluminación de los invernaderos, todo ello sin contaminación, e incluso pueden servir de espantapájaros, evitando así que los pájaros estropeen los cultivos.
El uso de las energías renovables representa una mejora de la calidad del suelo, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, favorece la biodiversidad de la flora o de la fauna al hacer un doble uso del terreno y aliviar así la presión sobre los ecosistemas y la biodiversidad y, por supuesto, ofrece al consumidor energías limpias.
Aspectos menos positivos de proyectos con energía agrovoltaica
Podríamos pensar que las sombras que plasman los paneles que se usan para captar la energía agrovoltaica en los cultivos pueden afectar a la productividad, ya que, como hemos dicho anteriormente, se reducen las horas de sol, por tanto, ¿cómo lo evitamos? Sencillo, habría que hacer un estudio de los terrenos, cultivos y zona geográfica para ver el microclima en el que se encuentre situado el panel solar (insolación, temperatura del aire, velocidad del viento y humedad relativa), para saber su eficiencia.
Cómo realizar una instalación agrofotovoltaica
Existen distintos métodos para conseguir esta convivencia entre cultivos y energía agrovoltaica, aunque hay dos que suelen ser los más utilizados. Por un lado, destaca el uso de sistemas de soportes fijos para elevar las placas solares por encima del suelo. De esta forma, los cultivos pueden crecer sin problemas, la maquinaria agrícola puede realizar su trabajo, e incluso si se eligiera el pastoreo en lugar del cultivo, los animales también podrían caminar a sus anchas sin que las placas solares los obstaculizaran.
Por otro lado, contamos con la alternativa que más se utiliza en la actualidad en términos de paneles fotovoltaicos del sector agrovoltaico que es el uso de techos de invernaderos o edificios correspondientes para instalar las placas fotovoltaicas.
Esto no quiere decir que no existan más alternativas, pero sí suelen estar menos establecidas como, por ejemplo, la aplicación sobre cables elevados, conocida como agrovoltaica dinámica, instalando paneles desmontables y ligeros que se pueden desplazar.
Cómo conseguir placas agrovoltaicas
En un primer momento, este cambio de energía agrovoltaica sumando agricultura y electricidad solar puede suponer un alto coste, no obstante, el renting de placas solares está en auge gracia a empresas que te permiten adquirir la maquinaria necesaria para pasar tu finca y tus cultivos al siguiente nivel, apoyando la sostenibilidad, cuidando del planeta y, por supuesto, ahorrando energía y dinero a largo plazo.