Cualquier proyecto, actividad productiva o comercial requiere de capital y la financiación consiste en conseguirlo. El para qué, el cómo y el cuándo dependen de la situación y de los requerimientos concretos de cada empresa.
Las necesidades financieras de una empresa pueden ser muy variadas, como también lo son las diferentes opciones de financiación disponibles en el mercado. Lo cierto es que el método de financiación por el cual opte la empresa para solucionar sus necesidades concretas puede afectar directamente la rentabilidad del negocio.
En Driven Capital EF nos especializamos en solucionar los requerimientos financieros de las empresas mediante las modalidades financieras de renting, también conocido como arrendamiento operativo y el leasing o arrendamiento financiero.En este artículo nos centraremos en analizar las ventajas del renting para empresas y veremos cuándo es la opción más idónea para cubrir las necesidades de financiación de una empresa. Comencemos haciendo algunas aclaraciones básicas:
¿Qué es el renting?
El renting o arrendamiento operacional es un contrato de arrendamiento entre dos partes: un arrendatario quien es el propietario del bien en cuestión y un arrendador, quien a cambio de un pago de alquiler accede a la custodia y la utilización del bien para el desarrollo de su actividad productiva.
La principal característica de este contrato es que la propiedad del bien no cambia de mano, en esencia, consiste en un alquiler temporal.
En comparación con el leasing, el renting suele ser un contrato más flexible y a corto plazo, con cláusulas menos rígidas.
Te recomendamos este artículo si quieres tener más claridad sobre el renting y en qué se diferencia con el leasing.
Características fundamentales del renting
El renting es una opción muy atractiva para financiar el acceso a bienes productivos por muchas razones:
Los bienes arrendados no son parte del patrimonio de la empresa, el canon de arrendamiento se considera un gasto corriente, lo cual permite acceder a excepciones y beneficios fiscales, según el bien en cuestión.
No es necesario endeudarse para rentar un bien, lo cual significa que se puede acceder al bien productivo sin afectar la capacidad de endeudamiento de la empresa.
El canon proporcional a un porcentaje mucho menor al valor comercial del bien, esto permite acceder a dicho bien sin comprometer grandes sumas de capital.
En la mayoría de los casos, como en el renting de maquinaria industrial o flotas de vehículos, los bienes son arrendados por empresas que se especializan en la administración y renta de los bienes de este tipo, por lo cual los contratos de arrendamiento operacional suelen incluir todo lo necesario para la óptima utilización del bien en el canon de arrendamiento: mantenimiento, impuestos seguros, reparaciones, según aplique.
Por definición, el renting es un mecanismo de financiación flexible y muchas veces los contratos pueden ser a corto plazo. En el caso específico de algunos bienes como los automóviles, el mobiliario de oficina o el equipo informático, existen empresas de renting especializadas que llegan a ofrecerlos en alquiler por días o incluso horas, cuando el mercado y la demanda lo permiten.
¿Cuándo interesa un renting para empresas?
Para determinar cuándo un renting es la mejor opción para financiar un bien requerido para nuestra actividad productiva, se deben tener claras las características fundamentales del renting.
Así mismo, se debe analizar qué tipo de utilización requerimos del bien para verificar si rentarlo nos permite solucionar nuestra necesidad de manera óptima.
Entonces, formulemos la primera pregunta: ¿deseamos tener propiedad del bien o solo necesitamos utilizarlo?
Aquí es importante considerar que existen casos en los que la propiedad de un bien puede representar rentabilidad de algún modo, por ejemplo, mediante la hipoteca, su renta o su reventa, pero hay otros casos en los que solo requerimos utilizarlo. Si concluimos que no necesitamos tener propiedad sobre el bien, la renta siempre es la mejor opción.
A la hora de rentar, otro aspecto determinante es tener en cuenta la ocupación que haremos del bien en cuestión, es decir, cuánto tiempo lo utilizaremos. Si es un bien que no requerimos constantemente, y solo lo necesitamos en momentos puntuales de nuestro proceso productivo y, en el mercado existen opciones para rentarlo y cumplir con nuestras necesidades temporales específicas, no lo dudemos; rentar es nuestra mejor opción.
Rentar puede ser una decisión favorable cuando nuestra actividad requiere acceso a bienes que constantemente se actualizan como el software y la alta tecnología, ya que, en este caso, rentar nos da acceso temporal a las últimas versiones del bien requerido sin asumir el coste de compra.
Por último, rentar puede ser una buena manera de gestionar el riesgo y proteger nuestro capital. Por ejemplo, si nuestra empresa está incursionando en un campo o actividad productiva nueva, podemos poner a prueba nuestros proyectos, mediante el empleo de bienes rentados, sin asumir el riesgo total de su compra, mientras comprobamos la rentabilidad del negocio.
Conclusiones
No existe una única opción para todas las necesidades financieras de una empresa, pero cada empresa puede encontrar la mejor solución para sus necesidades concretas.
Sin duda alguna, en las condiciones adecuadas, el renting puede ser la solución más rentable para financiarnos, no por nada es una de las modalidades de financiamiento más adoptada en el mercado español.
Lo más importante, a la hora de buscar financiación, es analizar nuestra situación concreta y asesorarnos correctamente, recuerda que nuestra misión en Driven Capital EF es ayudarte a conseguir siempre el mejor financiamiento para tus necesidades. ¡No dudes en contactarnos!