Autoconsumo y energía solar
Las plantas fotovoltaicas son una realidad, pero no solo a gran escala. El autoconsumo de energía eléctrica está a la orden del día y cada vez son más los hogares y negocios que cuentan con este tipo de energía renovable para satisfacer sus necesidades energéticas.
Para poder entender este concepto, así como los diferentes elementos que rodean esta fuente energética, lo primero que debemos hacer es comprender su funcionamiento: las placas solares captan la radiación del sol y la transforman en corriente continua, la cual pasa a corriente alterna en las propias placas solares o en los inversores disponibles.
Para sacar el máximo rendimiento, necesitamos acumular la energía solar para su posterior utilización, y a través de este artículo vamos a descubrir los diferentes métodos que existen para poder disfrutar de dicho almacenamiento de energía solar.
Almacenamiento de energía solar
En primer lugar, debemos saber diferenciar entre los dos tipos de instalaciones de almacenamiento de energía solar principales: las instalaciones conocidas como on-grid, que están conectadas directamente a la red eléctrica, y las instalaciones off-grid, las cuales cuentan con baterías para poder almacenar dicha energía solar para su posterior consumo.
Pese a existir estos dos tipos de instalaciones, la forma más habitual de almacenar energía solar es a través de baterías, ya que permite un autoconsumo pleno al mantener la energía solar en forma de electricidad y liberarla cuando se necesita. Estas baterías no solo se han creado para consumir la energía cuando queramos, sino que, en la mayoría de los casos, gran parte de la energía que producimos no somos capaces de consumirla en su totalidad, por lo que el uso de estos dispositivos evita su pérdida.
Para que te hagas una idea, una célula de un panel solar puede producir entre 10 y 15 voltios, lo que significa que una placa fotovoltaica sencilla puede llegar a 4 kWh al día, por lo que, si te preguntas cuánta energía almacena un panel solar, podemos decirte que hasta 200 vatios.
Por ello, esta energía generada durante las horas de sol se almacena en las baterías solares para ser utilizada aquellos días en los que no se produce suficiente energía por diferentes motivos, entre ellos, falta de sol, u horas nocturnas.
Tipos de baterías para almacenar energía solar
Existen diferentes tipos de baterías para almacenar energía solar, y dependiendo del tipo de instalación que tengamos en nuestros hogares o negocios, así como de nuestras preferencias, podemos distinguir entre:
Monoblock
Son perfectas para instalaciones de baja y media potencia. Su vida útil se encuentra entre los cuatro y diez años, y son las más económicas del mercado, por lo que son adecuadas para aquellos que quieren introducirse en el mundo del autoconsumo.
Dentro de esta opción para almacenar energía solar, destacan las baterías de gel y las AGM. Suelen estar presentes en instalaciones de media potencia, ya que ofrecen gran rendimiento y apenas necesitan mantenimiento.
Litio
Actualmente, esta opción se considera la mejor del mercado y es la más demandada. Requieren un mantenimiento regular, tiene gran durabilidad y, en términos de rendimiento, son ideales para el autoconsumo.
Estacionarias
Estas baterías para almacenar energía solar se utilizan para electrodomésticos y maquinaria de mayor potencia, y su vida útil puede llegar a los veinte años.
Almacenamiento solar térmico
Este sistema se utiliza para calentar un fluido, el cual se almacena en un tanque para su uso posterior. Es una alternativa con un precio más elevado y, por supuesto, debes tener en cuenta que necesitas espacio de almacenamiento adicional para el tanque.
Almacenamiento de hidrógeno
Es el método de almacenamiento de energía solar menos común de todos. Se encarga de convertir la energía solar en hidrógeno mediante la electrólisis del agua. El hidrógeno se almacena en un taque y se usa posteriormente para generar electricidad a través de una célula de combustible.
Como has podido observar, existen muchas opciones diferentes para almacenar energía solar, por lo que, para decantarnos por una u otra opción, lo más adecuado es tener en cuenta el autoconsumo que vayamos a realizar en nuestro hogar o negocio, ya que puede variar de una persona a otra.
Es normal que no estemos familiarizados con este asunto, por lo que contar con profesionales es la mejor alternativa, ya que guiarán nuestro proceso y, tras un análisis y un estudio previos, nos indicarán cuál es nuestra mejor opción. Del mismo modo, mediante las diferentes opciones que estos especialistas nos ofrecen, como el financiamiento de placas solares, podremos comprobar de primera mano su eficacia y rentabilidad.