Si estás buscando la mejor financiación para dotar a tu empresa o negocio con el equipamiento necesario, lo más probable es que ya conozcas acerca del arrendamiento operativo o renting y del arriendo financiero o leasing para financiar las necesidades de tu empresa. Desde Driven Capital queremos explicarte en detalle sobre estos temas para ayudarte a conseguir la mejor financiación, según sea tu caso.
Ya que en artículos anteriores nos centramos en explicarte qué es el renting, en esta ocasión nos centraremos en los aspectos contables del mismo. Nuestro objetivo es que tengas una idea clara acerca de cómo funciona la contabilización un renting, qué es el asiento contable 621, cómo contabilizar renting de maquinaria o de equipamiento, tanto material como no material, como por ejemplo, el software licenciado.
Ten en cuenta que nuestra misión en Driven Capital es ofrecer la mejor financiación a nuestros clientes y permitir su crecimiento, sin barreras financieras. No estás solo, siempre puedes contar con nosotros para asesorarte en todos los aspectos y en cualquier parte del proceso y, por supuesto, también estamos dispuestos a aclarar tus dudas contables.
El objetivo de este artículo no es que sepas todo lo necesario y asumas la cuenta contable de un renting por tu propia cuenta, sino más bien aclarar dudas básicas que te permitan seguir contemplando esta opción y llegar a la mejor decisión financiera para tu caso particular.
¿Cómo funciona el renting?
Antes de comenzar nuestro tema de hoy, conviene hacer un repaso y aclarar algunos aspectos básicos:
- Para la legislación contable española que, a su vez, se pliega a los estándares de contabilidad internacionales, existen básicamente dos tipos de arrendamiento; el arrendamiento operativo y el arrendamiento financiero.
- En el arrendamiento operativo, conocido como renting para empresas, la parte que arrienda el bien, paga un canon temporal, normalmente mensual, a cambio de poder operarlo o utilizarlo de acuerdo con sus necesidades.
Aquí, lo importante es que ese usufructo es temporal, el arrendatario no está pagando ni amortizando, de ninguna manera, la propiedad del bien, paga solo por su utilización temporal y, al finalizar el contrato, el bien regresará al control de la contraparte. En este caso, el arrendador nunca ha sido ni será el propietario del bien, en otras palabras, no existe la opción de compra.
- Por su parte, el arrendamiento financiero o leasing es un contrato en el cual una entidad financiera pone a disposición del arrendatario el bien solicitado y se entiende que el canon de arrendamiento amortiza el valor de mercado más intereses del bien en cuestión. De tal manera, al finalizar el arrendamiento, usualmente a largo plazo, la parte mayor del valor del bien está amortizado y el arrendatario tiene la opción de compra por un valor residual.
Mientras que en el renting, no existe la opción de compra y la propiedad del bien permanece siempre del lado del arrendador, esto es fundamental para entender la contabilidad del arrendamiento operativo en la legislación tributaria española.
¿Cómo contabilizar un renting?
Si se cumplen las características anteriormente expuestas, este contrato se entiende como un gasto corriente y, por lo tanto, el bien arrendado se considera como fuera del balance contable. Esto tiene varias ventajas tributarias, porque el bien no se declara como patrimonio propio y el contrato de arrendamiento entra en el asiento contable 621 que cobija arrendamientos y cánones.
La clave, como lo hemos mencionado anteriormente, es que se trata de un arrendamiento operativo, sin opción de compra y es fundamental tener precisión en este aspecto, pues en tanto sea así, se trata de un arrendamiento operativo, bien sea un local comercial o industrial, un vehículo empresarial o maquinaria.
En este punto, la factura de alquiler del bien rentado debe contabilizarse como factura recibida y, normalmente, llevará una retención en la fuente del 19% correspondiente al IVA. Se sobreentiende que el emisor de la factura es el arrendador, la persona jurídica, en la mayoría de los casos, aquella entidad que nos está rentando el bien.
A continuación, tenemos un ejemplo de la contabilidad para el renting o arrendamiento operativo de un local comercial, por una suma mensual de X euros, lo mismo aplica para cualquier tipo de bien, un vehículo empresarial, maquinaria industrial o agrícola, por ejemplo.
En este caso, al recibir la factura tu contabilidad se refleja así:
Cuenta | Concepto | Debe | Haber |
621 | Arrendamientos y cánones (en este caso el arriendo del local comercial). | Base imponible (el monto del canon de arrendamiento, antes de la retención tributaria, en este caso X euros) | |
472 | IVA (la retención tributaria que se aplica a la base imponible). | IVA 19% (en este ejemplo, lo correspondiente al IVA de x euros) | |
410 | Acreedores por prestación de servicios (este es tu arrendador). | La cantidad X que se debe pagar. |
Y al pagar tu factura, a través de un banco tu contabilidad se refleja así:
Cuenta | Concepto | Debe | Haber |
410 | Acreedores por prestación de servicios | X | |
572 | Bancos | X |
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A tener en cuenta para la contabilidad del renting
Si en el contrato esté claro que se trata de un arrendamiento operativo, sin posibilidad de compra y con el único fin de operar el bien, dentro del proceso comercial y productivo, estamos ante un caso de renting que se considera un gasto corriente y cuya cuenta contable es bastante directa y sencilla.